miércoles, 22 de diciembre de 2010
martes, 14 de diciembre de 2010
viernes, 19 de noviembre de 2010
Todo aquí
lunes, 25 de octubre de 2010
McLuhan y Woody
Para los que vieron la película y no saben quién es McLuhan. Para los que saben y no vieron la película. Annie Hall, film de Woody Allen por el que ganó el oscar a mejor director, trae un gracioso sketch con el gran teórico de la comunicación. Parafraseando al personaje que encarna Allen, estas cosas no pasan en la realidad...
martes, 31 de agosto de 2010
Quinta comunicación
Una nueva era ha comenzado (modestamente...). Ya está on line el sitio de Quinta comunicación, mi consultora de asesoramiento sobre estrategias en comunicación integral, aplicada a instituciones y empresas.
En toda organización, tener buenas ideas a veces no alcanza. Hay que saber comunicarlas en nuestro entorno.
Por eso, en Quinta comunicación nos especializamos en analizar, producir, diseñar y transmitir los mensajes necesarios para que las buenas ideas se transformen en resultados concretos.
lunes, 30 de agosto de 2010
En un futuro probable...
El profesor envió un mensaje de texto a sus alumnos, dispersos en varias regiones del globo. "Para el lunes estudien los tweets de Barack Obama, durante los dos períodos de gobierno. Además, lean la biografía de Clinton, o estudien el archivo de su facebook".
domingo, 22 de agosto de 2010
Argentina, tierra de inmigrantes VIP
Tienen dinero, vienen de países centrales y eligen quedarse acá. Aunque perciben una inseguridad creciente, cada vez son más los inmigrantes de buen pasar que se radican en el país, alentados por el tipo de cambio y un ambiente amigable donde ven mucho por hacer
Así como a comienzos del siglo pasado el país atraía a millones de inmigrantes de la Europa empobrecida, en un proceso inmigratorio que cambiaría para siempre la fisonomía social argentina, cien años después los inmigrantes llegados del Primer Mundo -europeos como antes, pero también norteamericanos e incluso asiáticos- vuelven a protagonizar un fenómeno llamativo.
Ya no los mueve la necesidad imperiosa o el sueño de "hacer la América". No desembarcan en los números siderales de antaño y seguramente tampoco van a cambiar para siempre la idiosincrasia nacional. Pero llegan, cada vez más numerosos año tras año, en busca de un "retiro dorado" en la Argentina. ¿Por qué acá? Una conjunción de calidad de vida, cultura, ambiente amigable, cambio monetario favorable, tierras productivas y mucho por hacer convierten a este país en una tierra de oportunidades para extranjeros de buena posición económica. La inseguridad creciente de los últimos tiempos, que padecen tanto como cualquier vecino, es la nota discordante.
El fenómeno de estos nuevos inmigrantes fue advertido por los especialistas. Según una investigación reciente de la Universidad de Buenos Aires, el flujo de ciudadanos europeos, norteamericanos y asiáticos hacia estas costas y las de los países vecinos del Cono Sur marca una tendencia creciente en los últimos años, y se produce de manera espontánea, casi sin ninguna intervención estatal: entre el año 2000 y 2007, cerca de 42 mil de estos inmigrantes de buen pasar fueron admitidos como residentes permanentes o temporarios en la Argentina, lo que marcó una tasa de aumento de cuatro por ciento anual en promedio. Según datos de la Dirección Nacional de Migraciones, sólo en 2009 se iniciaron más de 3000 trámites de radicación contando únicamente ciudadanos españoles, italianos y estadounidenses.
También la preocupación por la calidad del medio ambiente parece ser una excusa para mirar al Sur. "Históricamente, la naturaleza siempre ha generado problemas para el hombre, con un consecuente desplazamiento de personas de una región a otra. Pero últimamente esto se ha incrementado debido al aumento de la contaminación y la superpoblación en los países centrales", explicó a LA NACION el sociólogo Roberto Aruj, director del proyecto de investigación "Transformaciones sociales en un mundo globalizado", de la Universidad de Buenos Aires.
"A raíz de un trabajo con Naciones Unidas que me llevó a viajar por Latinoamérica, observé que en las regiones con mayor cantidad de recursos naturales aumentaba el número de extranjeros de países centrales que se habían instalado a fin de abrir un negocio, comprar inmuebles o tierras", añadió Aruj.
A su juicio, la preocupación por el medio ambiente es una explicación posible para este fenómeno: "A diferencia de quienes se desplazan tras sufrir desastres naturales, como terremotos o inundaciones, los nuevos emigrantes [del Primer Mundio] se caracterizan por prever situaciones de riesgo en sus países de origen", señaló el especialista.
De acuerdo con evaluaciones de organismos internacionales, las migraciones por razones climáticas son un fenómeno de trascendencia global. Un informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU estima en 50 millones el número de los emigrantes climáticos en todo el mundo, una cifra moderada si se la compara con los 200 millones que pronosticó para los próximos 40 años un trabajo de Naciones Unidas y la organización CARE, dedicada al trabajo humanitario.
UNA SEGUNDA OLA
"Somos una segunda ola de inmigrantes, más chiquita pero igualmente poderosa, porque pertenecemos a clases medias o altas y todos somos emprendedores", comentó a LA NACION David English, estadounidense de 39 años, instalado en Mendoza desde 2003. English, quien hasta el año pasado presidió un club de expatriados en la provincia cuyana, siempre consideró a la Argentina como una tierra de oportunidades, por la calidad de los recursos naturales y la ausencia de servicios como el que él ofrece a través de su consultora de asesoramiento a inversores extranjeros.
"Este es un país muy abierto a otras culturas y a todo aquel que traiga nuevas ideas. Es un ambiente menos competitivo, en el que es más fácil ser creativo, a pesar de la burocracia", señaló.
Otro caso, que apunta a una ventaja adicional que ofrece el país: International Living es una empresa que promueve la venta de inmuebles argentinos a público norteamericano, al que tienta desde su sitio web explicando que en el país "sus dólares todavía compran mucho". El editor de proyectos de la entidad, Dan Prescher, lo explica con otras palabras: "El interés en la Argentina es significativo entre gente que quiere mantener un estilo y una calidad de vida, pero cuyo costo no puede afrontar en los Estados Unidos".
También el sociólogo Aruj destaca la importancia de este factor. "Los sectores medios tienen las posibilidades para integrarse a una sociedad como la latinoamericana. Por ejemplo, si alguien alquila su departamento en París y viene a vivir a la Argentina, a Ecuador, a Chile o a Brasil, con la renta obtenida en euros podría vivir aquí sin trabajar", opinó.
La periodista británica afincada en Buenos Aires Kristie Robinson, de 31 años, califica a la capital argentina, por su cultura y estilo de vida, como "la Praga" de la región. "Antes estaba de moda recorrer países como Tailandia o Australia. Hoy todos quieren venir a Sudamérica", aseguró.
En 2006, Robinson fundó el periódico para extranjeros The Argentimes con 5000 libras (por entonces, unos 25 mil pesos). Con ese dinero, dijo, en su país le hubiera sido imposible encarar una empresa periodística. "En Londres se vive para trabajar. Yo salía de mi casa a las 7 de la mañana y volvía de noche. Nunca veía la luz del sol. Acá tengo un estilo de vida diferente. Puedo vivir mucho mejor".
El éxito de The Argentimes sirve también para dimensionar el fenómeno de los nuevos inmigrantes. Con una tirada quincenal de 10 mil ejemplares, está dirigido a turistas y residentes extranjeros de habla inglesa. Según Robinson, el lanzamiento generó mucho interés, ya que sus lectores necesitaban que se les contara, desde una mirada extranjera, las noticias que aparecían en los diarios locales. "Aquí hay temas sociales, como el fenómeno de los cartoneros o de los piqueteros, que requieren una explicación para quien no conoce esta realidad", observó.
Para Maria Macdonald, comunicadora social de Minnesota, Estados Unidos, fue clave en su decisión de mudarse a Buenos Aires el intercambio estudiantil que realizó en 2005, gracias a un convenio entre la UBA y la casa de estudios en la que cursaba. "Me enamoré de las calles, la energía de las personas, la comida. Gracias a todo eso me siento realmente porteña, me gustaría haber nacido en esta ciudad", cuenta Maria, quien con 25 años y una inversión de 20 mil dólares fundó el sitio "Yo que vos", especializado en tendencias en moda, gastronomía y esparcimiento para la mujer. "Trabajo con once personas free lance, entre diseñadores y gente de marketing, y ya tenemos 22 mil suscripciones, principalmente de Buenos Aires y zona norte".
Como la mayoría de los extranjeros consultados, Macdonald dice sin embargo que padece la inseguridad tanto como cualquier argentino. "Al llegar me robaron ocho veces en un año, varias veces con armas", cuenta. El norteamericano Martin Frankel coincide y afirma, de hecho, que "la inseguridad es un factor importante a la hora de decidir quedarse a vivir acá o venir como turista". A su juicio, en los últimos meses la situación se agravó sensiblemente.
El jefe de la sección comercial de la Embajada argentina en Francia, Edgardo Malaroda, confirmó en diálogo con LA NACION la existencia de un mayor interés en las posibilidades productivas en el país, radicación mediante. "Las nuevas corrientes tienen que ver con inversiones en vitivinicultura y olivicultura, instaladas principalmente en Mendoza. Muchas veces son grandes empresas, como las bodegas Lurton o la familia Jean Bousquet, que levantaron sus plantas de Francia y trasladaron sus operaciones a esta provincia".
Además, Malaroda consideró la influencia de la tradición migratoria del país en este proceso. "Hay una continuidad de las migraciones históricas, que permite mantener relaciones de intercambio entre países. Por ejemplo, hay cooperación entre franceses y suizos con partidos de provincias argentinas. En Pigüé [en el partido bonaerense de Saavedra] se levantan centros culturales franceses y escuelas de oficio. Pero también se ve el fenómeno en Villa Elisa y Colón, en Entre Ríos, o en San Carlos y Ciudad Esperanza, en Santa Fe. Existe un diálogo fluido y hay una llegada constante de delegaciones extranjeras".
Otro impulso lo da la llegada al país de figuras del espectáculo. Es el caso del cantante pop francés Florent Pagney, quien se estableció en Chubut para fabricar dulces caseros, o del actor Gérard Depardieu, quien en sociedad con el grupo Magrez, de la región francesa de Bordeaux, produce en Mendoza un vino con su nombre. "Nos hacen gran publicidad", aseguró Malaroda.
Rose Gibbes, australiana de 53 años, dirige una empresa textil en su país y se define como "una clásica baby boomer en la búsqueda de nuevos y lejanos lugares". En 2004, luego de una visita a Buenos Aires como turista, junto a su marido consideraron que podían invertir en un departamento en el barrio de la Recoleta. "Sabíamos que era un riesgo. ¡Comprar una propiedad en Sudamérica no era una inversión común! Nunca nos hemos arrepentido", explicó Gibbes, quien aseguró que el precio de los departamentos en la ciudad, si bien ayudó, no fue gravitante en la decisión. "Fue más la gente y todo lo que la ciudad nos ofrece: estilo, historia, cultura. Buenos aires es, además, la puerta de entrada a Sudamérica".
Gibbes contó que viene a la Argentina por lo menos un mes al año, y durante su ausencia alquila su departamento a otros extranjeros. Sin embargo, su sueño es pasar la mitad del año acá y la otra en Sydney. "Sería la vida perfecta".
El fenómeno no es exclusivo de la Argentina. Según Cecilia Campbell, gerente de Reynolds Propiedades, "en Montevideo, la ciudad vieja está que arde: junto con quienes compran en Punta del Este, muchos extranjeros invierten desde 100 mil dólares en casas del centro histórico. Otros adquieren departamentos para venir tres o cuatro meses al año, y después los explotan como alquileres temporarios".
INVERSIONES Y POLÉMICA
En la Argentina, coinciden fuentes inmobiliarias y diplomáticas, la adquisición de tierras e inmuebles por parte de extranjeros aumentó drásticamente tras la devaluación y la salida de la crisis de 2001. Un paréntesis parece necesario aquí, porque aquellas inversiones con acceso a recursos naturales, como lagos y ríos, también se han constituido en posibles hipótesis de conflicto.
En marzo último, el diputado nacional Pablo Orsolini presentó en el Congreso un proyecto de ley para restringir la adquisición de inmuebles rurales. "Quienes compran la tierra [...] muchas veces lo hacen por su ubicación estratégica, sus reservas de agua potable, sus riquezas mineras, su enclave turístico y natural", opinó por esa misma fecha Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina, entidad que en 2002 presentó otro proyecto de ley para limitar la venta de tierras a extranjeros.
"El estado deber jugar un rol importante en el desarrollo de políticas para prevenir esta situación, a través de la integración de estos extranjeros que están invirtiendo en el país", opinó Aruj, y agregó: "En el futuro podrían generarse problemas si ciertos sectores de la población nativa se vieran excluidos de sus recursos naturales."
Consultados al respecto, varios de estos "nuevos inmigrantes" pusieron énfasis en diferenciar sus motivaciones personales de los intereses que ponen en juego las grandes empresas o los multimillonarios, como Benetton o el empresario de medios Ted Turner, que han adquirido grandes extensiones de tierra en el país.
"Comprendo la preocupación, porque la Argentina tiene muchos recursos fantásticos, que no son infinitos", opinó David English. "Pero nosotros somos emprendedores individuales y venimos a vivir a la Argentina. No venimos a usar los recursos para luego irnos, sino a vivir".
martes, 13 de julio de 2010
Historia repetida
La discusión sobre si es posible un aumento del 82 por ciento móvil en las jubilaciones no sólo corre por izquierda a un gobierno que hizo del progresismo una de sus banderas. También expone una falta de sensibilidad en muchas organizaciones civiles y en actores sociales que, por compartir ideas y opiniones con el oficialismo, miran para otro lado y pierden de vista una evidente e injusta situación en nuestro país.
En esta era inundada por medios de comunicación masivos, blogs y redes sociales, los jubilados pueden encontrar más recursos para expresar abiertamente su reclamo. Pero al parecer, desde los círculos de poder muy pocos afinarían los oídos para escucharlo. ¿Por qué esta histórica, repetida y perversa animadversión de nuestros gobiernos contra las personas mayores? Puede decirse que la nuestra es una sociedad individualista, egoísta, etc. Pero creo que la respuesta a tanta indolencia es menos teórica, más pragmática, cruda y procaz: los jubilados no tienen poder, no manejan el transporte (no pueden interrumpirlo), no se aglutinan en fuertes sindicatos, no controlan “cajas”, ni espacios políticos ni mediáticos, tampoco compiten por obtenerlos; además, muchas veces poseen la voluntad de impulsar cambios y dar batalla en la esfera pública, pero carecen de la fuerza física ya que, en definitiva, viven sus últimos años con nosotros. Por eso nadie les da bola.
Es penoso y angustiante que debamos escuchar las retóricas de tecnócratas que buscan explicaciones acerca de un hipotético apocalipsis deficitario en el que caería el país de concederse una mejora digna para nuestros abuelos. Encima se les muestra planillas con números y cifras para justificar su pobre estado de subsistencia. Falta que nuestros burócratas pidan que les den las gracias.
La discusión no sólo es mezquina, sino inadmisible mientras por otro lado se derrochan abundantes recursos públicos en la transmisión televisiva de partidos de fútbol, un lujo populista que no se justifica en un país cuyo porcentaje mayoritario de la población posee las necesidades básicas insatisfechas.
Es injusto que quienes fueron la fuerza productiva de una nación deban mendigar mejoras en su calidad de vida.
sábado, 26 de junio de 2010
Rayuela
En tiempos de twitter, microblogging hiper-egocéntrico y lecturas líquidas, hoy leer Rayuela es como cruzar el Sahara en cueros, arriba de un camello famélico y con una cantimplora llena de arena. Eso sí, quien no la leyó a los 18 años, todavía está a tiempo...
miércoles, 16 de junio de 2010
martes, 15 de junio de 2010
jueves, 22 de abril de 2010
Churchill periodista
No sólo por su protagonismo junto a los aliados en la II Guerra; no sólo porque De Gaulle, que no solía elogiar a nadie, se refirió a él como "el gran artista de una gran historia"; o por su genial verborragia e inteligencia en el parlamento, habría que recordar a Winston Churchill. También, como periodista, escribió para muchos diarios y revistas de su tiempo: el Sunday Chronicle, Pall Mall, Cosmopolitan o el Times, entre otros. Cuenta François Kersaudy que su trabajo como cronista era muy bien remunerado: "hasta quinientas libras por artículo, es decir, nueve mil cuarenta y siete euros de hoy".
lunes, 29 de marzo de 2010
TendenciaLa web 2.0, un arma secreta para el Ejército
La difusión de propaganda bélica y de reclutamiento a través de redes sociales como Twitter y Facebook es una tendencia que crece entre las naciones desarrolladas, con Estados Unidos a la cabeza
lanacion.com | Enfoques | Domingo 28 de marzo de 2010
martes, 23 de marzo de 2010
viernes, 12 de marzo de 2010
Jóvenes, de la apatía a la marginación, por Enrique Fraga (Diario Río Negro 12/03/2010)
"Yo no sé qué quiero hacer. No sé si quiero estudiar algo. No sé por qué tiene que gustarme hacer algo". Martín H.
Se dice que los artistas poseen una sensibilidad y una percepción especiales que les permite, en muchas ocasiones, captar las emociones de sus contemporáneos e incluso prever intuitivamente realidades futuras.
Las frases de Martín H., el joven protagonista de la película homónima de Adolfo Aristarain, preanunciaban ya en 1997 una situación preocupante de nuestras sociedades contemporáneas: miles de jóvenes viven sus días dominados por la apatía, sin manifestar ambiciones ni proyectos para el futuro, una tendencia que en Europa han apodado como "generación ni-ni", puesto que sus integrantes "ni estudian ni trabajan".
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Se dice que los artistas poseen una sensibilidad y una percepción especiales que les permite, en muchas ocasiones, captar las emociones de sus contemporáneos e incluso prever intuitivamente realidades futuras.
Las frases de Martín H., el joven protagonista de la película homónima de Adolfo Aristarain, preanunciaban ya en 1997 una situación preocupante de nuestras sociedades contemporáneas: miles de jóvenes viven sus días dominados por la apatía, sin manifestar ambiciones ni proyectos para el futuro, una tendencia que en Europa han apodado como "generación ni-ni", puesto que sus integrantes "ni estudian ni trabajan".
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viernes, 15 de enero de 2010
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