miércoles, 23 de diciembre de 2015

Contener

contener.
(Del lat. continēre).
1. tr. Dicho de una cosa: Llevar o encerrar dentro de sí a otra. U. t. c. prnl.
2. tr. Reprimir o sujetar el movimiento o impulso de un cuerpo. U. t. c. prnl.
3. tr. Reprimir o moderar una pasión. U. t. c. prnl.

De mi experiencia como periodista para el suplemento Educación del diario Clarín siempre noté que un tema se repetía entre los entrevistados de distintos niveles educativos; tanto docentes como especialistas remarcaban la necesaria contención hacia los alumnos.

Las notas podían versar sobre repitencia escolar, evaluación docente, bullying, o acerca de cambios vocacionales. En casi todos los casos la contención era una cuestión reiterada y cada vez más demandada en los sistemas educativos.


Las definiciones que aporta el diccionario de la Real Academia Española sobre contener son lejanas y parecen por momentos contradictorias con el sentido otorgado por los docentes y psicopedagogos. La contención hacia los alumnos no es una respuesta de encierro ni de represión.

En todo caso la contención es una defensa de la integridad del estudiante para evitar que sea desbordado por sus distintas circunstancias (educativas, pero también sociales, económicas, individuales, familiares, etc) a los que se suma la presión y el esfuerzo por alcanzar una meta en el proceso de aprendizaje.

Sin perder de vista su rol como educador, ¿cómo puede el docente ejercer esta contención?

Contener no es hacer una demagogia dañina que perdone o haga la vista gorda sobre todas las faltas, de estudio y aún disciplinarias. Por el contrario, contener es ser riguroso en las correcciones, ser preciso, ayudar y aconsejar en la organización de las tareas de estudio, contar experiencias positivas para que el estudiante las capitalice o detallar y ser persistente en la explicación de los errores de un examen, por ejemplo.

En el camino del aprendizaje todos nos encontramos con obstáculos e inclusive con fracasos. Es importante entonces enseñar a no desanimarse y aprender a reconocer las causas de un error para poder aprender de él. Un alumno que se frustra porque no entiende los conceptos de una asignatura tal vez encuentre una solución en razones prácticas como la organización del tiempo y la manera de estudiar.

La contención educativa se define por este camino: el cultivo de la paciencia, escuchar las dudas e inquietudes de los alumnos, ayudarlos a canalizarlas hacia una solución. En definitiva, contribuir a forjar el oficio del estudiante para su desarrollo pleno.