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“Hay un movimiento joven de bailarines que tiene mucho empuje y fuerza. La danza contemporánea es un arte muy vital que crece, se mueve día a día e intenta ganar espacios”. De esta manera la coreógrafa Brenda Angiel definió la importancia de la danza contemporánea entre las nuevas generaciones de Buenos Aires, a días del lanzamiento de la séptima edición del festival Ciudanza que en su séptima edición llevará esta expresión artística a escenarios urbanos y no convencionales.
Es que en Ciudanza una escultura puede transformarse en un protagonista imaginario de una obra; una plaza puede dejar de ser sólo un espacio verde para volverse un escenario vivo en donde el ritmo y la expresión corporal se juntan.
“Es una forma de sacar la danza al espacio público, lo que significa presentarse ante un público que normalmente no iría a ver un espectáculo de danza”, explicó Argiel, quien junto a Silvia Gómez Giusto es co-curadora del festival que se realizará del 13 al 16 de marzo en Parque Los Andes, Plaza Mitre y Plaza Estado del Vaticano; allí se presentarán 10 obras surgidas por convocatoria y 2 talleres a cargo de coreógrafos invitados.
¿Qué lugar tiene la danza contemporánea en Buenos Aires?
La danza contemporánea es dentro de las artes del espectáculo es, quizá, un poquito la más olvidada. De todas formas, ahora hay un movimiento joven de bailarines que tiene mucho empuje y fuerza. Es un arte muy vital que crece, se mueve día a día e intenta ganar espacios.
¿Qué significa Ciudanza para la danza contemporánea de la Ciudad?
Es un festival muy reconocido por la comunidad de la danza. Es una forma de sacarla al espacio público, lo que significa presentarse ante un público que normalmente no iría a ver un espectáculo de danza. Es una oportunidad única y disfrutable para el público pero también para los bailarines y coreógrafos.
¿Cómo se puede apreciar mejor una coreografía de danza contemporánea?
Hay que apreciarla. Lo subjetivo de cada persona que va a un espectáculo es lo valioso. Por supuesto, el público de danza tiene una visión particular porque es entendido, diferente del que no lo es. Pero la realidad es que la danza es un arte como el teatro o la música que debería ser disfrutable por todos los públicos. Obviamente, cuanto más danza se ve más apreciable puede ser, se puede entender más el lenguaje. Es un arte que puede ser apreciado por todo público.
¿Quiénes pueden practicarla?
Depende a dónde quieran llegar. Si se quiere llegar a ser bailarín o coreógrafo, cuanto antes empiece mejor, si es una persona joven y vital. Después hay un doble trabajo. Por un lado la técnica, el aprendizaje de los lenguajes, de cómo hacer los movimientos. Además, si la idea es hacer coreografías, cómo componer una obra y de qué manera y a dónde quiero llegar con esa obra. Tomar clases en danza puede abarcar lo popular, como el tango, el folclore, salsa, merengue, hip-hop. Son danzas que pueden llegar a aprenderse en la calle, familiarmente, se pasan así de generación en generación. En cambio la danza contemporánea y la clásica son más técnicas, hay una técnica que aprender, hay escuelas, corrientes…
¿Qué otros lugares de Buenos Aires serían escenarios predilectos para Ciudadnza?
En Ciudanza la propuesta es que cada año el escenario varíe. Seleccionamos tres espacios públicos, en este caso son tres plazas y cada año buscamos que sea diferente. Buenos Aires se renueva constantemente, aparecen nuevos espacios con diferentes usos. La selección del espacio tiene que ver con varios motivos. Muchas veces tiene que ver con el uso que el público hace de esa plaza y con como nosotros con la danza podemos intervenirlo y hacer un cambio o una sorpresa. Otras veces las plazas por sus características, por sus lomadas, escalinatas, monumentos, brinda un escenario particular para ser usado en danza.
¿Cuál sería el lugar predilecto para una interpretación?
Como coreógrafa de danza aérea que soy elegiría una fachada, muy visible, que pueda intervenir. En La Munich hice la apertura de la Noche de los Museos en donde tomamos todo el frente. Para Ciudanza es diferente, es más abarcativo y casi todo puede llegar a funcionar o no, depende.
La danza urbana es una tendencia en varias ciudades del mundo. ¿Tiene alguna particularidad en Buenos Aires?
Ciudanza es un festival en el que tanto bailarines como coreógrafos participan activamente en las propuestas. Eso hace que viva Ciudanza de una forma interesante y que se transmita al público. Yo lo que noto es que realmente los bailarines se toman el trabajo de volcar la danza en ese espacio. No es que llevan una obra ya armada para teatro y la ponen en la plaza. Hay un trabajo con el lugar. En ese sentido hay bastante creación y originalidad.
Foto: Ciudanza/GCBA.