sábado, 24 de noviembre de 2012

Tips para escuchar jazz

Hasta el 26 de noviembre continúa el Festival Internacional de Jazz Buenos Aires 2012. ¡No te podés perder la oportunidad de escuchar a los más grandes talentos locales e internacionales!

Ahora, si sos un nuevo fan de este género musical, es una buena oportunidad para conocerlo más. Por eso a continuación vas a encontrar un breve glosario con tips que te permitirán entender y apreciar las melodías del mundo del swing.

Swing: es un estilo desarrollado durante las décadas del ´20 y del ´30 en Estados Unidos, cuyos referentes son Duke Ellington o Count Basie, entre otros. Pero también se entiende al swing como una interpretación del ritmo que sólo se comprende durante la improvisación de los músicos. Es por momentos tan “instintivo” que es difícil de traducir en el cifrado convencional de la música occidental. Además, el swing puede definirse como una conexión rítmica que mantiene la interacción de los músicos. “Nada el vida tiene sentido si no tiene swing” afirmaba en una canción Ellington.

Improvisación: es la clave del jazz. La diferencia que tiene el jazz con otros géneros musicales, como la música clásica, es que en la interpretación no se tiene en cuenta la lectura de partituras (o se lo hace para algún arreglo o para la ejecución de una melodía básica). Pero la improvisación supone flexibilizar la melodía establecida e imponer siempre una interpretación propia.

Interacción: cuando escuches y veas un grupo de jazz, tal vez te parezca que cada músico está “en su mundo” y en su instrumento, pero es completamente al revés. Los músicos de jazz interactúan y están muy presentes ante las melodías y los ritmos que sugiere el que solea o improvisa. Los grandes momentos del jazz, sobre todo el moderno, son aquellos en los que el solista se aleja de la melodía y hasta de la armonía original, para que luego, como por arte de magia, coincida con el grupo por qué camino tomar. Parafraseando a Lisa Simpson, durante el solo hay que imaginarse la melodía original.

Estándar: el estándar o standard de jazz es una canción clásica que suele ser interpretada y conocida por cientos de músicos. Muchas son canciones que no fueron originalmente compuestas como canciones de jazz, sino como partes de musicales (por ejemplo “But not for me” y otras composiciones de Gershwin). Pero algunas sí fueron compuestas para grupos de jazz y con el tiempo se volvieron clásicos, por ejemplo So What, de Miles Davis o Misty de Errol Garner.

Jam session: es una reunión espontánea y casual de músicos de jazz que se juntan para improvisar libremente o sobre temas estándar.

Variedad de estilos: tal vez te maree la variedad de estilos que tiene el jazz, desde el estilo clásico Dixieland, el swing, el be-bop, el cool jazz, el free jazz el funk jazz o el jazz electónico. Lo cierto es que los une a todos ciertos pilares básicos que son la improvisación y el aprovechamiento de lo que sucede en el momento, arriba del escenario.

Aplausos: es común en la actualidad que, luego de la interpretación de un solo, el público aplauda. ¿Por qué sucede esto? Por supuesto, es un reconocimiento de quien escucha para quien logra hacer una gran improvisación. Pero también evidencia una interacción constante entre la banda y el público. El oyente de jazz nunca es pasivo y es muy exigente para con lo que escucha, de ahí que cuando éste aplaude es porque el músico realmente lo merece.



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