martes, 30 de octubre de 2007

Ladridos (parte IV)

“Otra vez esos ladridos”, pensé. Las últimas tres noches había escuchado unos perros merodear por el patio de casa. Apagué la luz y miré, expectante, a través de la ventana de la cocina. Nada. Sólo estaban ellos ahí, como hacía un mes, enterrados. Comí y me tiré a dormir. Casi de madrugada un aullido retumbó en mis oídos. “¡No Gastón...no!”. Adormilado, di cuenta que no estaba solo en el cuarto: dos rabiosos cancerberos me acechaban a los pies de mi cama. Los ojos desencajados, las mandíbulas espumosas, el gruñido constante, esperando un mínimo movimiento para abalanzarse. En eso, un disparo. La puerta se vino abajo. Quise escapar por la ventana, pero un oficial me tumbó. Caí inconsciente. (Continuará...)

3 comentarios:

Ivan dijo...

Muy interesante, me meti mucho en la narraci�n. Te deseo lo mejor, ojala tengas suerte con tus estudios. desde tierra del fuego te saluda.

Ivan Mu�oz

Enrique A. Fraga dijo...

Gracias Iván, pudiste ver el mensaje que te dejé?

Anónimo dijo...

Esta muy buena la historia! la verdad es que te engancha!